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viernes, 26 de octubre de 2012

Aprende a mantener tus triglicéridos bajo control

Muchos han oído hablar del colesterol malo y saben que es necesario mantenerlo bajo control. Al igual que este, los triglicéridos también deben estar en un nivel adecuado para evitar problemas de salud. Sigue leyendo y descubre qué son los triglicéridos, cómo afectan a tu cuerpo y qué puedes hacer para reducirlos si los tienes elevados.

Tu médico te ha recomendado bajar el nivel de tus triglicéridos pero no entiendes bien por qué ni cómo hacerlo. Empecemos por aclararte qué son: los triglicéridos son un tipo de grasa que circula por el cuerpo y se acumula en el tejido adiposo. Aunque el propio cuerpo los produce, otros provienen de los alimentos que consumimos, específicamente de todas las calorías extra que se ingieren y que no se usan inmediatamente (tu cuerpo las guarda como una reserva de energía).

El problema ocurre cuando no consumes toda esa energía almacenada y entonces comienza a acumularse, causando enfermedades o problemas de salud. Un aumento en tu nivel de colesterol frecuentemente se asocia, aunque no siempre, con un aumento en tus triglicéridos. Hay condiciones como la insuficiencia renal, la diabetes, la obesidad y hasta el alcoholismo que también hacen que tu nivel de triglicéridos suba.

¿Qué hace a los triglicéridos potencialmente peligrosos? Son un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Además, como mencioné anteriormente, es común que alguien que tiene los triglicéridos altos también tenga el colesterol malo (conocido como LDL por sus siglas en inglés) elevado y el colesterol bueno (conocido como HDL por sus siglas en inglés) bajo. Tanto los triglicéridos altos independientemente o asociado a la elevación del colesterol, contribuyen a que las arterias se endurezcan, causando disminución en la circulación de la sangre en las arterias, lo cual disminuye la cantidad de oxígeno que reciben los tejidos. Esto puede ser muy peligroso especialmente cuando se trata del corazón o el cerebro .

Pero el corazón no es el único que puede salir afectado. Los triglicéridos altos también puede relacionarse con enfermedades crónicas del riñón, del hígado como la cirrosis (una condición del hígado generalmente asociada al consumo excesivo de alcohol), el hipotiroidismo (cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea), la pancreatitis (una enfermedad del páncreas) y la diabetes.

¿Quiénes tienen más riesgo de tener los triglicéridos elevados? Las personas con exceso de peso, quienes consumen muchas calorías (especialmente productos hechos con harinas refinadas, azúcar y alcohol) y las personas que toman ciertos medicamentos, como algunos anticonceptivos, esteroides y diuréticos. Otros factores que pueden hacer que aumente tu nivel de triglicéridos son la edad y la herencia (la predisposición genética).

Para determinar el nivel de los triglicéridos, es necesario hacer una simple prueba o análisis de sangre, la misma con la que también se miden tus niveles de colesterol. Al examen que incluye a los triglicéridos, el colesterol total, el colesterol malo (LDL), el colesterol bueno (HDL), se le conoce como perfil de lípidos. Es importante que se haga en ayunas (idealmente que no hayas comido nada por 8 horas antes).

Lo ideal es que tus triglicéridos estén por debajo de 150 mg/dL (miligramos por decilitros de sangre). Cuando están entre 150 y 199 mg/dl, se considera que tienes riesgo de desarrollar problemas. Si suben por arriba de 200 mg/dl ya están altos, y cuando se acercan a los 500 mg/dl o más están peligrosamente altos.

La buena noticia es que para bajar y controlar los triglicéridos no necesitas hacer nada muy diferente a lo que haces para controlar tu colesterol (o el nivel de glucosa en la sangre, si eres diabético): una dieta baja en calorías y azúcares, baja en alcohol y en grasas.

La dieta para controlar el nivel de triglicéridos también te ayudará a bajar de peso, pero a la hora de pensar en qué alimentos elegir, ten en cuenta que lo más importante no es disminuir las grasas sino las calorías que consumes, que provienen básicamente de las harinas refinadas, los azúcares y el alcohol.

Esto se debe a que los triglicéridos son grasas que provienen de energía almacenada, justamente de las calorías en exceso que acumula el cuerpo. De todos modos, las grasas saturadas tienen otros riesgos para la salud y es aconsejable que limites su consumo. Recuerda que puedes reemplazarlas con otro tipo de grasas como los omega 3 que contienen los pescados de agua fría (como el salmón y el atún), la linaza y los frutos secos como las nueces y almendras.

Además de la dieta, hay estudios que demuestran la importancia de hacer ejercicio – hasta una simple caminata diaria – puede ayudar a bajar los niveles de triglicéridos. Y cuando todo esto no es suficiente, tu médico podría recetarte alguna medicina.

Sin embargo, recuerda que, en muchas ocasiones si no están muy elevados, los triglicéridos pueden volver a sus valores normales con un simple cambio de hábitos. Por eso, es importante que lleves una vida saludable para obtener los mejores resultados.

Tomado de Vida y Salud

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